Visita a la Escuela Ángel G. Rivera - Bo. Cacao, Orocovis, P.R.

¡Hola!

El 8 de abril del presente año tuve la gran oportunidad de visitar y compartir con los estudiantes y maestros de la Escuela Ángel G. Rivera del Barrio Cacao de Orocovis, Puerto Rico. Fue una hermosa experiencia pues pude conocer gente y estudiantes hermosos que me hicieron sentir muy bien.Además conocí lugares de Orocovis que no había visitado antes. Por ejemplo la roca donde se aprecia el rostro del Indio, un lugar muy interesante y el Lago, muy hermoso también. Lamentablemente las fotos que tomé de esa visita se borraron accidentalmente. No obstante, espero que pronto la Sra. María Colón - Bibliotecaria de la Escuela - pueda enviarme algunas de las que ella y otros maestros y padres tomaron para publicarlas en este blog. Les incluyo los vídeos de la ocasión para que puedan apreciar cuan valiosa e interesante fue la visita. ¡Felicitaciones a todos y todas!

Diálogo con estudiantes de la Escuela Ángel G. Rivera del Barrio Cacao de Orocovis, P.R.- Primera Pregunta from Roberto Ramos-Meléndez on Vimeo.

Este video forma parte de la serie de diálogos que el Dr. Roberto Ramos Meléndez ha tenido con los niños y niñas de Puerto Rico que han leído su novela La Jaula. Cada uno de ellos se realizó y publicó en internet sólo con propósitos educativos y con la autorización de sus padres y madres. En este caso se trata de niños y niñas de sexto grado de una escuela elemental pública. Esto forma parte del Proyecto La Jaula desarrollado por el Dr. Ramos Meléndez. Durante la visita, el autor hace siempre las mismas tres preguntas iniciales a los niños y niñas: 1. ¿Como te sentiste al terminar de leer la novela? 2. ¿Cuál fue el pasaje o momento motivacional de vida de Sergio que más te impactó? y 3. ¿Con cual de los personajes de la obra te identificaste? Luego son ellos y ellas quienes preguntan al autor de la obra lo que deseen.
















¡Gracias por recibirme en su escuela!

¡Hola!

Recientemente recibí unas fotografías de mi visita a la escuela. Como saben perdí accidentalmente las que me tomé ese día. Agradezco a la Sra. María Inés Colón Santiago, Bibliotecaria de la Escuela por las fotos de la visita, de la hermosa imagen del indio de Orocovis y de las décimas de su inspiración. Disfrútenlas.

Décimas inspiradas en la novela La jaula de Roberto Ramos Meléndez

Un niño que como tú

caminaba por la calle,

veía en cada detalle

todo un remanso de luz.

Pero llegó la inquietud

de responder por su aula

llegando a su mente el aura

de obedecer a su madre,

sin que esto lo desaire

se apoderó de la jaula.

El temor se apoderó

de la mente de aquel niño

que sólo con su cariño

el pajarito anheló.

En sus manos lo apresó

como tesoro preciado

¿Y qué ser no ha deseado

buscar en su libertad

cómo se siente al hablar

con un pájaro enjaulado?

El niño en su interior,

se decía y se preguntaba

¿Por qué en la vida pasaba

la esperanza y el amor?

Él no entendía la razón

de sus padres cuando hablaban

con gritos lo apuñaleaban

y se sentía culpable

el desamor de sus padres

al pobre niño enjaulaba.

El abuelo en su niñez

iba marcando el camino

de aquel niño que en su tino

era infante en su adultez.

El abuelo que tal vez

pronto presentía alejarse

con dolor quiso aferrarse,

pero el destino cumplió.

Y siempre le pronunció

¡Jamás renuncie a tu cauce!



Tomó la jaula en sus manos

y se internó en el bosque

herido por el reproche

y su asecho cotidiano.

Solo estaba sin hermanos,

para juntos abrazarse

entre llantos consolarse

de la triste decisión

y de la madre la opción

hacia Nueva York marcharse.

Se dirigió al farallón

aquel abismo prohibido

temerario y atrevido

decidido en su intención.

La vida, su galardón

y la razón para erguirse

pensó de este mundo irse

pero recordó al abuelo

sus palabras de consuelo

¡Sé fuerte como el pitirre!



A la jaula renunció

y la precipitó al río

el cauce estaba bravío

y atónito lo miró.

Arrepentido tiró

la jaula sin percatarse

que aquéllo era liberarse

del pasado y del destino

que lo mantenía cautivo

¡Jamás renuncie a tu cauce!

Jamás permita que el miedo

te desvíe del camino

prosigue cual peregrino

que busca nuevos senderos.

Dios como compañero

te libera del tormento.

Él será tu fundamento

ante la adversidad

te digo con lealtad

tu vida no es un momento.

A ti padre que me escucha

dale un hogar a tus hijos

haz que vivan protegidos

No le enjaules su destino.

Haz que marquen su camino

paso a paso y con cautela

verás que de esta manera

se mantienen en su cauce,

no te rindas ni te canses

porque el hogar es la escuela.

Por: María Inés Colón Santiago

Bibliotecaria

Escuela Ángel G. Rivera

Cacaos

Orocovis, P.R.











Comentarios

  1. 03/10/2011
    Hola
    Me da gusto saludarle y felicitarle por su novela La Jaula. Mis hijos y yo nos identificamos mucho con la novela, pues soy madre divorciada y no es fácil que ellos entiendan que no fueron los culpables de esa decisión. Ellos hasta lloraron pues se identificaron con la misma. Mis respetos y éxitos por el contenido de la misma. Es el segundo año que la leo y no me canso de leerla. Me gustaría que pudiera venir a nuestra escuela y compartir con usted e intercambiar experiencias.
    Gracias mi más sincero agradecimiento y respetos:
    Madre; Evelyn Rosario Cruz
    Escuela; Adrian Medina
    Humacao P.R.
    evelynNLAL@hotmail.com

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  2. ¡Hola Evelyn!

    Me alegra mucho que la lectura de la novela haya sido de ayuda para ti y tus hijos. Con mucho gusto los visitaré a su escuela si hacen los arreglos pertinentes. Pueden comunicarse a mi celular (787-374-8989) a esos efectos. Mis respetos también para ti. ¡Jamás renuncies a tu cauce!

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